ES IMPORTANTE LEER PRIMERO EL CONTENIDO DEL LINK:
REFLEXIONES SOBRE EL BIOCENTRISMO
La tesis de Robert Lanza, es muy
plausible por el principio de conservación de la energía.
Recordemos:
[de los Evangelios Apócrifos de María Magdalena: La materia
y el mundo 7... entonces,
¿será destruida o no la materia? El Salvador dijo: «Todas las naturalezas,
todas las producciones y todas las criaturas
se hallan implicadas entre sí, (*) y se disolverán otra vez en su propia
raíz (**), pues la naturaleza de la materia (***) se disuelve en lo que
pertenece únicamente a su naturaleza. Quién tenga oídos para escuchar, que
escuche».]
(*) El Campo Unificado; El TODO?
(**)
El alma que sale en vibraciones superiores a las del cuerpo humano hacia otro
nivel
(***) El cuerpo que vuelve a la Madre Naturaleza de donde proviene; “del polvo vienes y en polvo te convertirás”.
Fin de la energía del cuerpo.
Si bien la muerte está en la mente
de las personas y estas se identifican con su cuerpo, cuando el cuerpo (la
materia) deja de existir, la mente ya no existe más; es decir, también fenece.
En cuanto a la conciencia, se debe
tener en cuenta que esta es el cuerpo vibracional interconector (en el ser
humano) entre las energía trascendentes (alma y espíritu o energía etérea y
vital) y las corpóreas (mente y cuerpo físico) del ser humano; y que opera en
tres dimensiones: (i) la conciencia ética o trascendente (adscrita al alma);
(ii) la conciencia operativa (adscrita a la mente); y (iii) la conciencia
sensorial (adscrita al cuerpo físico atreves del sistema celular). La única dimensión
de la conciencia que trasciende a la muerte, es la ética o trascendente, que es
una especie de memoria del alma; así como la operativa interactúa con la
memoria residente en el cerebro y la sensorial con las memoria celular.
Lanza sostiene la tesis
multi-universal, que es una tesis que no llega a una aceptación total, más allá
de las declaraciones de científicos que no han podido comprobarla aún. [Un equipo de investigadores de Reino Unido,
Canadá y EE.UU, liderados por Stephen M. Feeney, estudiando el Big Bang, descubrieron
patrones circulares, estadísticamente poco probables, en el Fondo Cósmico de
Microondas (FCM) (que está en los recónditos espacios del Universo). Los científicos creen que estas
marcas podrían ser "golpes" que nuestro Universo ha recibido en
cuatro ocasiones por otros universos. Si esta teoría resulta ser correcta,
sería la primera evidencia de que existen otros universos aparte del nuestro.]
No hay que ir lejos para establecer
la posibilidad de “mundos paralelos”; estos pueden existir dentro de nuestro
Universo, en las múltiples galaxias. La afirmación de Lanza sobre que luego de
la muerte viajamos hacia esos mundos paralelos, es poco probable, pues si
existen vidas paralelas en el Cosmos, estas serían simultaneas y por tanto, también
se experimentaría la muerte en esas vidas paralelas; y lo que se estaría
explicando, es que el ALMA (energía etérea) que nos trasciende e identifica, es una chispa quántica en el Universo, que se
ha multiplicado desde su origen y se mantiene entrelazada y opera bajo el
principio de no-localidad cuántica.
Los agujeros negros pueden ser
simplemente pequeños big bangs que ocurren en la interacción de nuestro
Universo, con el espacio infinito (Energía Oscura/Materia Oscura/ Materia-Antimateria)
exterior y no producto de colisiones inter-universales “resultado directo de ataques sobre nosotros
por universos vecinos”.
Que el ALMA (energía etérea) es cuántica, cabe poca o ninguna duda y que tiene adscrita una conciencia, lo mismo; simplemente hay que ver casos de re-encarnación, que han sido documentados y comprobados, donde se verifica que se trae de atrás una conciencia vívida que permite el “deja-vu”, pero en el que sin embargo, se gestan nuevas conciencias operativa y sensorial (tiempos y cuerpos distintos); por tanto, la teoría de los microtúbulos (residentes en el cerebro), es poco probable; aunque sí operarían y explican el caso de la no-localidad y entrelazamiento cuántico p.e., entre gemelos, entre madre e hijo y con menor incidencia, entre hermanos de madre.
