Hipótesis científicas aceptadas, afirman que en el origen del Universo existían materia y antimateria en iguales proporciones. Pero la materia y la antimateria se aniquilan mutuamente, dando como resultado energía pura; y sin embargo, el Universo que observamos está compuesto únicamente por materia. Se desconocen los motivos por los que no se han encontrado grandes estructuras de antimateria en el Universo.
Durante el Big Bang –al igual que hoy en el espacio o en las tormentas eléctricas terrestres– se liberaron ambas partículas, pero curiosamente sólo la materia sobrevivió... ¿qué es lo que volcó la balanza?
Simplificando las cosas, un átomo de materia está conformado por un núcleo de protones y neutrones, con electrones orbitando a su alrededor. En la antimateria, se habla de anti-protones y anti-electrones o positrones. La diferencia entre materia y antimateria radicaría sólo en que la carga, el peso y la forma de girar de los electrones en la materia, son los mismos, mientras la antimateria, representa la asimetría, el rompimiento del equilibrio y la generación del caos.
Se especula sobre que la materia que forma actualmente el Universo podría ser el resultado de una ligera asimetría en las proporciones iniciales entre materia y antimateria (pequeño exceso de materia tras el Big Bang). Se ha calculado que la diferencia inicial entre materia y antimateria debió ser tan insignificante como de una partícula más de materia por cada diez mil millones de parejas partícula-antipartícula.
La respuesta entonces, parece ser lógica: antes del Big Bang todo habría sido MATERIA OSCURA y ENERGÍA OSCURA y un equilibrio MATERIA-ANTIMATERIA, con predominio absoluto de la Energía Oscura que habría propiciado la explosión en un diminuto punto de densa concentración de Materia Oscura (la “Singularidad”) afectando el equilibrio materia-antimateria en favor de la Materia Bariónica naciente y originando que 13,800 millones de años atrás, la Materia Oscura conjuntamente con los Neutrinos, contasen por el 73% de la masa del Universo naciente; el resto, MATERIA BARIÓNICA: fotones (15%) y átomos (12%), generados de una manera aleatoria como consecuencia del BIG BANG.
Y la Energía Oscura?
Habría sido en efecto, la que rompió este punto de densidad de Materia Oscura concentrada y el equilibrio materia-antimateria, propiciando el BIG BANG; ingresando embebida como impulsora (tal como sería en un agujero negro) y ganando espacio universal en la dinámica de interacción con la Materia Oscura en la preservación del equilibrio gravitatorio al interior del Universo y con la entonces significativa proporción de Materia Bariónica (fotones y átomos). Energía Oscura quedó fuera de los linderos del Universo en volumen inmensamente mayor, generando con el tiempo la gran fuerza expansiva.
En la fricción y colisión de los elementos bariónicos (fotones y átomos) con la Materia Oscura, se fue generando la dinámica formativa de los cuerpos; y a la vez expandiendose la Energía Oscura al interior del Universo en una dinámica exponencial. La Materia Oscura habría abonado a la Materia Bariónica a la vez que la Energía Oscura seguía creciendo y ganando el predominio para generar el equilibrio sistémico entre los cuerpos en formación (Estrellas, Galaxias-Planetas) y generando a la vez Materia Oscura (en menor proporción) en su colisión con la Materia Bariónica. El equilibrio se mantiene a través de la GRAVEDAD en los linderos donde Energía Oscura y Materia Oscura interactúan y en el que se manifestaría el GRAVITÓN, en tres niveles:
- Nivel I.-
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En los linderos expansivos del Universo
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- Nivel II.-
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En los linderos que limitan el movimiento orbital de los cuerpos (Estrellas, Galaxias – Sistema Planetarios).
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- Nivel III.-
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Los inferiores, hasta llegar al nivel atómico, donde se forma la nube que limita al átomo y establece los linderos de rotación de los electrones alrededor del núcleo.
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Tener presente, que la teoría de la relatividad general es una teoría determinista que modela la gravedad como curvatura dentro de un espacio-tiempo que cambia con el movimiento de la materia y densidades energéticas.
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