domingo, 31 de diciembre de 2017

EL ORDEN IMPLICADO y EL ORDEN EXPLICADO

Somos un TODO y formamos parte de un TODO

El potencial cuántico, a diferencia del campo de fuerza que se manifiesta en el espacio-tiempo universal, es un “campo de forma” que subyace a toda la naturaleza en sus componentes materiales, energéticos y mentales.

Se dice que es el campo que da forma a las cosas, porque la aparente dinámica que se estudia en la Física, vista como un sistema de referencia, no subsiste ni en el tiempo ni en el espacio, sino en un “eterno ahora”, donde todo lo que cuenta es la forma y la capacidad de plasmar los objetos a su imagen y semejanza; en concepto, es la efectividad del “campo de forma”, el que moldea el Universo a nivel cuántico; y de hecho lo hace instantáneamente en una sincronicidad sin fin.

Este es el llamado “orden implicado” de Bohm; mientras que el Universo del espacio-tiempo y de la materia-energía es el “orden explicado” en cuyo despliegue estamos inmersos los seres humanos como cuerpos físicos. El “orden explicado” está pues compuesto por objetos que a su vez están compuestos por átomos, que a su vez están compuestos por partículas sub-atómicas (elementales). Precisamente cuando entramos en el reino de las partículas sub-atómicas (cuantos), es que se descubre la existencia de una danza sincrónica; y esta es la maravilla que hasta hoy no es posible explicar por la ciencia que se queda en lo local del espacio-tiempo universal. 
(Hasta aquí, editado de SINCRONICIDAD de Pauli y Jung por Massimo Teodorani).

Michio Kaku hace una aproximación que trasciende el espacio-tiempo universal a través de la “teoría de cuerdas” aún no totalmente aceptada como tal, en la que prospecta ir más allá del “cuanto” (partícula sub-atómica) a las “cuerdas” (vibraciones puras). En la Mecánica Cuántica se puede decir que el extremo de transición al “más allá del espacio-tiempo” se da a nivel de los NEUTRINOS - Materia Oscura (MO), en su transformación continua en Energía Oscura (EO) y vice-versa, entendiendo que ello ocurre igual INTRA-universo que EXTRA-universo donde continúa la no-localidad y el entrelazamiento a nivel energético (tener presente el predominio absoluto de la energía oscura a este nivel).

Para hacerlo más gráfico, nosotros como seres humanos, somos (a nivel celular del ADN) “seres cuánticos” y nos componemos de cuatro cuerpos INTRA (mental, físico, emocional y casual); uno interconector resonante (CONCIENCIA); y dos EXTRA (energía etérica que llaman alma y energía vital que llaman espíritu). En el INTRA, opera la mecánica cuántica (onda-partícula; energía-materia); en el interconector la RESONANCIA (que son los infinitos puntos de comunicación entre el INTRA y el EXTRA); y en el EXTRA, donde operarían las llamadas “cuerdas” (onda-energía en mundos multidimensionales con gradualidad de vibración, hasta la energía pura o energía suprema).

Es importante anotar que mecánicamente, somos atravesados permanentemente, por trillones de NEUTRINOS que al colisionar con nuestro componente bariónico (cuerpo físico) y atravesarlo, propicia la continua y permanente transformación MO-EO-MO-EO, con predominio de la energía oscura.

Todas las dimensiones son atravesadas por el cuerpo interconector resonante –la CONCIENCIA- que permite las reacciones  instantáneas en la multidimesionalidad, es decir, el “eterno ahora”.

La multidimesionalidad, más allá de la 3-D (del espacio-tiempo universal), atraviesa y trasciende el Universo; igual que atraviesa y trasciende al ser humano y hace a ambos un TODO coherente EXPLICADO (materia-energía del espacio-tiempo Universal: local) e IMPLICADO (energía del “eterno ahora” que existe desde siempre, ahora y por siempre a través del entrelazamiento y no-localidad cuántica).



LBV

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